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Debe su origen, como tantas otras iglesias, a una ermita. En 1550, Pedro de Valencia, construyó a sus expensas ésta, en un solar que adquirió a Bartolomé Fernández de Montemolín y costeó la imagen de Santa Lucía.

El maestro, Manuel García del Álamo, construyó el retablo del Rosario, hoy desaparecido. En 1778, poco antes de que se erigiera en parroquía, se trajo la pila bautismal de la iglesia alcalaína de la Mota. Tres años más tarde se consolidó la devoción a Nuestra Señora de los Dolores.

En el siglo de las grandes reformas (XVIII), la iglesia frailera se convirtió en ayuda de parroquia de Santa María la Mayor, de Alcalá la Real (1778). Se hicieron nuevas obras a cargo del maestro Jacinto Pérez, que consistieron en alargar la nave y construir una capilla mayor que no había.

Iglesia de Santa Lucía | Vistas

En la segunda mitad del siglo XIX, la iglesia estaba dedicada a la Virgen de los Dolores y las dimensiones del edificio no eran suficientes para el número de vecinos. Tenía un retablo compuesto por varios cuadros y presidido por una imagen de talla de la Dolorosa, atribuida a José de Mora. En la nave existían únicamente tres altares. De esta época era la puerta de madera con clavería, fechada en 1852.

A finales del siglo XX y de la mano del párroco Alberto Jaime Martínez Pulido, se realizó la reforma que hoy podemos contemplar, manteniendo los elementos antiguos, pero con proyección al nuevo milenio. De esta etapa es el magnífico artesonado que se hizo en Atarfe (Granada) en el taller de 'Los Tres Juanes'.

Entre los elementos más antiguos todavía destaca la torre-campanario, con tres campanas que llevan los sonoros nombres de Nuestra Señora de los Dolores, San Rafael y Virgen de las Mercedes.

Iglesia de Santa Lucía | Torre-Campanario

Detalle Torre-Campanario

Iglesia de Santa Lucía | Fachada

Fachada

Iglesia de Santa Lucía | Interior

Interior

En el interior se guardan, además de la pila bautismal, en piedra de cantería, procedente de la Iglesia Mayor Abacial de la Mota de Alcalá la Real, las siguientes obras escultóricas:

  • Imagen de la Virgen de los Dolores, obra de Alfredo Muñoz Arcos.
  • Un Nazareno, del siglo XVIII, del trinitario fray Juan de la Misericordia, y una Santa Lucía, del siglo XIX, que se encontraba en la capilla de un cortijo de Jerez de la Frontera.
  • El Cristo crucificado que preside el presbiterio es obra de Manuel Salvador, comprado en Santarrufina de Madrid y fechado en la década de los ochenta del siglo XX.

Y en otros lugares del templo, podemos encontrar:

  • Un Cristo del Paño, obra de Pepi Campanario.
  • San Pedro, de Carmen Esteo, patrón de la localidad.
  • Un cuadro de San Miguel, bajo cuya protección estaba la feria de ganado de otoño.