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Esta mansión, de la misma época, se encuentra a pocos metros de la Casa del Deán Mudarra, pero del maestro de obras Manuel López Ramírez, conocido con el apodo de 'Manuel de la Morena'. Se cuenta que, como ambos inmuebles se realizaron por la misma época, Manuel hizo construir la torre mirador a su costa a fin de que destacase más que la de 'Dominguito'.

La fachada que da a la plaza de la Iglesia presenta dos pisos. En el último se colocó un mirador con una balaustrada y pilastras cajeadas con motivos florales.

Dos faroles, prendidos a la pared por dragones, iluminaban la entrada a la vivienda. También adornan la fachada óculos con un mascarón en la clave y, entre los canes del tejado, pequeños azulejos en azul y blanco a modo de ajedrezado.

Casa de José Escribano | Torre-Mirador

Las tejas eran vidriadas, en colores verde y blanco. La fachada posterior es la menos conocida, presenta amplios ventanales y un balcón con balaustrada.

El conjunto es de gran altura, pues la construcción salva el desnivel entre las calles Rafael Abril y Elvira.

El interior se nos presenta como una sinfonía de luz y color, que viene dada por los zócalos de ladrillos sevillanos en vivos colores y cobre, así como una gran vidriera que convierte la entrada de la casa en un bellísimo jardín cubierto en donde el sonido del agua pone el punto exótico.

Algunas habitaciones aparecen decoradas con frisos de motivos florales y, en la planta baja, los zócalos son de estuco, imitando al mármol, técnica en la que era un experto el maestro alcalaíno.

Casa de José Escribano | Fachada