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El escudo

Escudo español medio cortado y partido. En el primer cuartel, rama de encina de sinople, frutada de oro, en campo de plata.

En el segundo cuartel, dos llaves entrecruzadas o pasadas en sotuer, una en oro y otra en plata, en campo de gules.

En el tercer cuartel, tres ondas verticales de plata, sobre campo de azur.

Como ornamentos exteriores, la corona real, al igual que el resto de los municipios, y una cinta heráldica envolviendo el escudo con una leyenda que reza así: 'Antigua villa de Frailes, Privilegio de la Naturaleza'.

La bandera

Anverso con dos franjas verticales del mismo tamaño, resultado de partir el lienzo. La de la izquierda, en color verde encina, similar al haz de una hoja de este árbol. La de la derecha, en color verde plateado, como el envés de la citada hoja. Coincidiendo con la separación de ambas franjas, el escudo de la villa centrado.

El reverso será similar al anverso, pero sin escudo.

Significado

El campo de gules (rojo) representa la virtud de la caridad y obliga a socorrer a los que se ven oprimidos por injusticias. Es símbolo de nobleza, valor y atrevimiento.

El sinople (verde) representa la esperanza y obliga a socorrer a los paisanos y labradores. Es símbolo de la abundancia, la amistad, el servicio y el respeto.

El oro (amarillo) representa las virtudes de la justicia. Obliga a amparar a los pobres. Por su especial condición, el oro simboliza la nobleza, caballerosidad, generosidad, riqueza, esplendor, salud, alegría, prosperidad y larga vida.

La plata (esmalte) representa las virtudes de la felicidad, la templanza y la verdad. Colocar plata en el escudo supone defender a la mujer y amparar a los huérfanos. Entre sus calidades se señalan la hermosura, la franqueza y la integridad.

El azur (azul) representa a la justicia. Obliga a socorrer a los que no tienen remuneración. Simboliza la nobleza, la perseverancia y la lealtad.

La composición del escudo pretende reflejar que el municipio es un lugar de especial encanto natural en donde aún está presente la característica vegetación del monte bajo mediterráneo (la encina), con el especial complemento de la abundancia de aguas (las ondas), realidad que puede comprobarse en los grandes manantiales del casco urbano y los que hay en las distintas latitudes del territorio del término.

Las llaves, en oro y plata, es una remembranza del escudo anterior, que hacía alusión al patronazgo de la villa, que recae en San Pedro.

El lema nos recuerda que, desde tiempos inmemoriales, el lugar estuvo habitado, precisamente, por la riqueza del entorno natural.

En cuanto a la bandera, se ha optado por el color de la encina en sus dos variantes para reafirmar, precisamente, esa identidad natural del municipio.