El pueblo y término de Frailes es un bello lugar, acogido a las faldas de la Martina, en los límites del Reino de Jaén con el de Granada, perteneciente a la antigua Abadía de Alcalá la Real, fue un lugar de recreo inigualable en otros tiempos por su riqueza en aguas y su nostálgico Balneario.
A media ladera del cerro y partido por los ríos Chorrillo y Soto Redondo, de modo caprichoso y desigual, se conforma la Villa de límites cabales, de calles empinadas y zigzagueantes con pequeños rellanos aptos para el descanso, sombreados por parrales en donde las macetas y los tiestos cobran risueño protagonismo. Aquí, de tramo en tramo, se abren pequeños huertos familiares dando la sensación de vivir en suelo agrario a la vez que urbanizado.
El agua nace en su mismo corazón y circula por todo su cuerpo en fuentes, veneros y manantiales, en arroyos y riachuelos. Sus aguas, frescas y limpias, son un verdadero regalo del cielo, pues fecunda la tierra, alimenta a humanos y animales y atrae a vecinos y visitantes. Pero la corriente del río, engalanada por sus puentes, separa y une el caserío coronado por la torre del campanario de su iglesia parroquial, desde donde el repiqueteo de las campanas rompe el normal silencio del ambiente. El agua es la esencia de Frailes.
La ermita de San Pedro en la salida del pueblo hacia la Hoya, la de San Antonio en el barrio de su nombre y casi enclavada en la sierra y la del Calvario, son lugares que invitan al retiro y la tranquilidad.
Villa de estratégico enmarque, de serenos atardeceres y alegres despertares, de gentes buenas, amantes de su tierra y dispuestas a la hospitalidad.
Su población, de gentilicio 'fraileros', es de 1.775 habitantes, que se distribuye por un dilatado casco urbano, debido al binomio casa-huerto, por el que cada casa tenía una extensión más o menos amplia de huerto y por núcleos diseminados como Los Rosales, Majada Abrigada, Los Bailaores, Los Barrancos, Cañada Alcalá, Cañada Nogueras, Cerrillo del Ciego, La Dehesilla, El Nogueral, Las Parras, Puerto Blanco y Solana de la Parra. Esta dispersión y el terreno abrupto caracterizan también esta área como de difícil comunicación.
Término Municipal
Compuesto por un sólo núcleo de población, en su término municipal, que tiene una extensión de 41,38 km2 y una altitud media de 1.228 metros, señorean los cerros de La Martina (1.555 m), Sierra del Trigo (1.645 m) y El Paredón (1.645 m).
El drenaje lo realizan los arroyos de la Martina y de los Barrancos, los cuales confluyen en el núcleo urbano para dar comienzo al río de Frailes, o río Velillos.
Estos cursos fluviales también recogen aguas de las surgencias o manantiales relacionados con los acuíferos Frailes-Boleta y Frailes-Montillana.
La parte suroccidental del término municipal es de relieve más alomado, con altitudes máximas de 1.083 metros, en cerro Cepero, que da paso a la vecina depresión de Alcalá la Real. El núcleo urbano no en valde, ocupa precisamente esta posición buscando las zonas llanas del valle del río Frailes.
Aspectos Geográficos
Situado en la comarca de la Sierra Sur jiennense, destacan los cerros de La Martina (1.555 m), Sierra del Trigo (1.645 m) y El Paredón (1.645 m). Las sierras fraileras pertenecen a la zona Subbética y constituyen el grueso del término municipal de Frailes.
Se distribuye por un dilatado casco urbano y por núcleos diseminados como Los Rosales, Majada Abrigada, Los Bailaores, Los Barrancos, Cañada Alcalá, Cañada Nogueras, Cerrillo del Ciego, La Dehesilla, El Nogueral, Las Parras, Puerto Blanco y Solana de la Parra.
Atraviesan el pueblo los arroyos de La Martina y Los Barrancos. El monte mediterráneo, aunque degradado, sigue majestuoso en los parajes naturales más serranos. La encina continúa como reina y señora de la montaña. Situada la población en el margen izquierdo del arroyo Linarejos, ocupa la meseta y vertientes de sur a este de una pequeña loma a la falda de los cerros denominados Loma del Contador, Almez, Garritocino, Lanchar y la Solana, rodeada la población por cerros de la siguiente manera: al Este, el Chaparral, al Oeste el Cepero, y queda descubierta por el Norte.
La vegetación de las proximidades de los arroyos es la típica de ribera, tales como juncos, carrizos, anea, etc.
En el paisaje humanizado están presentes los cultivos leñosos, olivos y vides y, en los valles, las huertas y los frutales para el autoconsumo. Estos cultivos dan un paisaje característico, además de contribuir como un factor decisivo en el paisaje, haciendo la forma de distribución de la propiedad de la tierra, en este caso el minifundio.
La fauna autóctona está concretada en varias especies de anfibios, mamíferos y aves, entre las que sobresalen las rapaces, como el águila perdicera y el ratonero común.
Climatología
Su clima es mediterráneo continentalizado, con inviernos fríos y secos, veranos calurosos y primaveras y otoños lluviosos.
Sin embargo, en verano, al caer el sol, la temperatura se dulcifica y hace que la noche sea idónea para que los vecinos se sienten en la puerta de la casa a 'tomar el fresco'.